EL GRAN GATSBY. DUESENBERG Y PRADA
Ayer fue un Domingo de Cine. Nuestras entradas, buena compañía, las palomitas y refrescos varios. Lo teníamos todo preparado para disfrutar de una historia ya leída varias veces e infinitamente vista con el gran Robert Redford, El Gran Gastby.
Decir que las dos horas y pico de película fueron una alucine para nosotras ya que el director Baz Luhrmann ha mezclado las dos cosas que más nos gustan en Automoción Chic: coches y moda. Además incluimos un tercer elemento, la banda sonora con temas de Emeli Sandé, Beyoncé y André 3000. Un cóctel perfecto para pasar un buen rato de cine.
LA POLÉMICA: DUESENBERG
Fascinante y vital para el film son la cantidad de carreras con el Duesenberg. Realmente nos hemos informado que el coche de El gran Gatsby es un pelín ficticio, realmente están construidos con fibra de vidrio y con el motor de un Ford V-8 . Pero que el sonido si que se ha realizado con verdaderos Duesenberg. Con los vehículos que aparecen en la película hay un gran anacronismo porque aunque la trama de la película transcurre en 1922, el Duesenberg se puso de moda en 1929.
PRADA & TIFFANY. UN DÚO DE CINE
La oscarizada diseñadora y co-productora Catherine Martin, la casa italiana Miuccia Prada junto a Miu Miu, los legendarios Brooks Brothers y la prestigiosa firma de joyería Tiffany & Co son los encargados de contagiar todo la película de la chispa de los locos años veinte. En el largometraje han reflejado la sofisticación y la decadencia en obras únicas. Inevitable que lo surgido de entre tales virtuosos, de la aguja o los metales preciosos, no resulte impactante: más de quinientos looks completos tanto para casting como extras con sus complementos asignados y su respectivo calzado. Un lujo para nuestros ojos.
Fascinante y vital para el film son la cantidad de carreras con el Duesenberg. Realmente nos hemos informado que el coche de El gran Gatsby es un pelín ficticio, realmente están construidos con fibra de vidrio y con el motor de un Ford V-8 . Pero que el sonido si que se ha realizado con verdaderos Duesenberg. Con los vehículos que aparecen en la película hay un gran anacronismo porque aunque la trama de la película transcurre en 1922, el Duesenberg se puso de moda en 1929.
La oscarizada diseñadora y co-productora Catherine Martin, la casa italiana Miuccia Prada junto a Miu Miu, los legendarios Brooks Brothers y la prestigiosa firma de joyería Tiffany & Co son los encargados de contagiar todo la película de la chispa de los locos años veinte. En el largometraje han reflejado la sofisticación y la decadencia en obras únicas. Inevitable que lo surgido de entre tales virtuosos, de la aguja o los metales preciosos, no resulte impactante: más de quinientos looks completos tanto para casting como extras con sus complementos asignados y su respectivo calzado. Un lujo para nuestros ojos.
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